Originarios del estado de Chihuahua en el norte de México, el clan de Los Salazar, fundado por Adán Salazar Zamorano, alias “Don Adán”, llegó a la ciudad de Navojoa en el estado de Sonora en la década de los noventa para participar en la producción y distribución de marihuana que salía por la frontera al norte de México.
Por María Alejandra Navarrete
Ciudad de México, 21 de agosto (InSightCrime).- El asesinato del jefe de plaza de un violento clan vinculado al poderoso Cartel de Sinaloa, y acusado de ataques contra periodistas, ha puesto el foco en las dinámicas criminales de una zona estratégica de México.
Sergio Alberto del Villar Suárez alias “El Napoleón”, reconocido jefe de plaza de la célula “Los Salazar”, fue asesinado el 8 de agosto en un restaurante de la ciudad de Hermosillo en el estado de Sonora, mientras se encontraba cenando con su familia, reportó Infobae.
Su funeral tuvo lugar en medio de corridos, flores, carros de lujo y motocicletas de la Policía Municipal, según se observa en un video publicado por Milenio.
Del Villar Suárez se encontraba libre a pesar de que había sido detenido el 5 de octubre de 2018 durante un intenso operativo de la policía municipal y estatal en la ciudad de Hermosillo. Se le acusaba de ser responsable de los asesinatos de varios miembros de las fuerzas públicas de la ciudad.
Un día después del asesinato, Los Salazar enviaron un mensaje a la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, en el que amenazaban a su familia: “Señora gobernadora, usted no respetó el acuerdo, hemos localizado a toda su familia […] no respetó el acuerdo y esto se pagará con sangre”.
ANÁLISIS DE INSIGHT CRIME
Las inmediatas amenazas contra las autoridades estatales por parte de Los Salazar, así como la presencia de una escolta de la policía en el funeral de su líder, demuestran la impunidad con la que el grupo siente que puede operar.
Aunque todavía no hay suficientes detalles sobre los posibles motivos del asesinato, la muerte de El Napoleón ha puesto el foco en una de las más violentas células del Cartel de Sinaloa y en sus operaciones en una zona estratégica del país.
Originarios del estado de Chihuahua en el norte de México, el clan de Los Salazar, fundado por Adán Salazar Zamorano, alias “Don Adán”, llegó a la ciudad de Navojoa en el estado de Sonora en la década de los noventa para participar en la producción y distribución de marihuana que salía por la frontera al norte de México.
Don Adán ingresó a la estructura del Cartel de Sinaloa como lugarteniente del entonces líder Joaquín Guzmán, alias “El Chapo”, junto a sus hijos Jesús Alfredo, alias “El Muñeco” y Adán, alias “El Indio”.
Tras la detención de Adán en 2011, de El Muñeco en 2012 y el asesinato de El Indio en 2016, Crispín Salazar Zamorano, hermano de “Don Adán”, quien actualmente se encuentra en la cárcel, tomó el mando de la organización.
La importancia de este clan radica en el dominio que mantienen actualmente en el estado de Sonora y partes de Chihuahua, que limita al norte con los estados de Arizona y Nuevo México en Estados Unidos. Desde las ciudades de Navojoa y Hermosillo mantienen el control de la ruta del narcotráfico que cruza por el norte del país, además de dominar el tráfico de migrantes por esa zona.
Un informe del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi) en México identifica a este grupo como parte del brazo armado del Cartel de Sinaloa y lo ubica dentro de las 10 organizaciones más importantes de este cartel junto a grupos como Gente Nueva, Los Cabrera, y el Cartel del Poniente.
Su accionar criminal es tal que la autoridades mexicanas responsabilizan a este grupo del desplazamiento forzado de por lo menos mil 200 personas en el municipio de Sonoyta en el estado de Sonora y de unas 300 familias en Las Chinacas, municipio de Chínipas, en 2015.
El grupo también es señalado de la desaparición del periodista Alfredo Jiménez Mota en 2005 y el asesinato de Miroslava Breach en 2017. Ambos investigaban los lazos del grupo con políticos y fuerzas de seguridad locales.